Pasional hasta la médula, quién me conoce bien, sabe que escribo por impulso, sobre todo cuando estoy cabreada con el mundo, conmigo misma, con la situación...
Así que un día me puse a escribir página tras página sin parar, sin poder detenerme.... escribiendo y borrando, corrigiendo. Amo mi portátil, sin él todo esto sería bastante más complicado y reconozco que soy bastante perezosa para plasmar lo que imagino en un folio a base de bolígrafo.
Mis escritos normalmente no ocupan más que unas líneas más mal o bien llevadas , algunas con poca o ninguna gracia, pero empecé mi relato y en una hora y media tenía más de quince folios llenos de las historias de Ana y Mark, mis protas.
Con mi gran inconsciencia, le pasé el relato a un grupo de amig@s, casi todas escritores y por extraño que parezca les gustó. Les avisé .Tened un poco de compasión que está practicamente sin corregir.
Algunos me dieron unas pautas para seguir, otros me animaron a seguir, alguno incluso me ha ofrecido su ayuda....
En una cosa han coincidido, todos me han pedido que siga, que lo complete, que no deje ese relato en esas pocas páginas.... Una novela.
Eso son palabras mayores.
Y ahí me encuentro, pensando si mis chicos, tienen algo más que contar y realmente no tengo ni idea.
Así que mientras me lo pienso... Nota mental para el día de hoy " no obligues a lo que no puede ser obligado".
Un beso