viernes, 15 de noviembre de 2013

Frío hasta en el corazón

Me hubiera gustado levantarme hoy dando un salto mortal como dice la canción de los Hombres G, pero en vez de eso, me ha costado horrores sacar los pies de mi calentita cama.
Despertarse con la certeza de que el invierno se ha instalado en tu vida, aunque por fecha todavía le queden muchas jornadas , es como poco , para cabrearse y mucho . 
No ya por el frío , que lo hace y mucho,  es por la sensación de tener más claro que el agua que te quedan 6 meses por delante de auténtico congelamiento.
Por si fuera poco y si te pasa como a mí que tengo la fea costumbre de leer la prensa de este país, ya tienes instalado el frío en el cuerpo y por mucha chimenea que enciendas se queda ahí el muy cabrón!.
Mira que " me enciendo"  sin poder evitarlo, llamadlo empatía con el débil. 
Sólo hay que echar un vistazo para saber que hasta la basura entiende de clases y que si bien hay huelga del personal de limpieza (mucho ánimo a estos trabajadores) en Madrid, hay barrios y barrios...
No es lo mismo vivir en Malasaña, Chamberí o El Retiro que hacerlo en el barrio de Salamanca.
Es como saber que si eres un profesor en Castilla la Mancha y te manifiestas por la educación pública, te pueden caer cuatro años de prisión.  Ahora , si eres la hija del Rey, ya puedes hacer lo que quieras que hasta el fiscal le dice al juez que no se pase.
Tendrá inmunidad diplomática como aquellos embajadores de las pelis y no nos hemos enterado?, cualquiera sabe, en este país de pandereta, donde nos dicen que ya hemos superado un rescate bancario que según el gobierno no ha existido, se puede esperar cualquier cosa... Eso sí ,desde Bruselas nos siguen pidiendo más ajustes, no sé que quieren que nos ajustemos más!!.
Menos mal que llega el fin de semana y el fútbol ,que nos hará olvidar durante unas horas que no vamos a tener pasta ni para poner la calefacción. Claro que sólo hay que pensar que la selección Española va a jugar un amistoso contra Guinea y que el dictador Teodoro Obiang , sonreirá a su pueblo diciéndole : mirad que bien nos tratan los países europeos,  para calentarte. 
Un beso 


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