Desde mis paredes

Cuando una ha pasado de los 45 y tiene pocas emociones en su vida, hay varias opciones, y una de ellas es abrir un blog y vomitar todo lo que le salga, incluso la primera papilla que le dio su madre.
Cuándo hay que empezar a preocuparse?...
Un día te levantas, preparas el desayuno ,( el mío café con leche y con trabajo), te sientas delante del ordenador, le das al ON, esperas la carga del sistema operativo, Windows 7 en mi caso, levantas la vista y te sabes de memoria cada una de las marquitas de la pared. Eso es preocupante!!
No es que hayas hecho un master sobre marquitas, es que las has visto tantas veces que serías capaz de enumerarlas una a una. Marca número uno, de unos tres milímetros un poco ensanchada en la parte de abajo, seguro que ha sido al apoyar la silla en la pared. Marca número dos...
Abres el navegador y empiezas con la página del correo, facebook y el primer diario. El mío de cabecera siempre es El País, aunque ultimamente me parece que estoy leyendo El Mundo o el ABC, con ese giro tan a favor del  gobierno.
Luego leo Público y El Diario y normalmente de alguno de ellos escojo la noticia que compartiré en mi facebook, para dar los buenos días.
La prensa es una fuente inagotable de malas noticias y cabreos varios. Lo renonozco, me enfado mucho y mira que hay cosas que ni fu ni fa. pero a mí a empática no me gana ni Dios.
Miro el reloj y mientras preparo la comida voy leyendo los enlaces que pone mi gente. Digo mi gente no porque sean de mi sangre ni familiares más o menos directos, digo mi gente porque son amigos que he ido adoptando por la red, algunos a los que conozco en persona y otros a los que no conoceré nunca y otros que hubiera preferido no conocer. Lo tengo asumido gente mala y borde la hay en todos los sitios, 
Miro mis grupos y contesto algún post y siempre pierdo un segundo en dar un LIKE en las publicaciones. Así pasa la mañana, intercalando pantalla de ordenador con hacer la cama y demás quehaceres domésticos.  No sé si todas las mujeres de mi edad más o menos, que no  trabajen fuera de casa y con los hijos ya creciditos se dedican a lo mismo que yo, Bueno supongo que habrá quién no le guste el ordenador y se dediquen a las manualidades que también molan lo suyo.
La tarde es para mí y para SÁLVAME. Me gusta saber que hay vidas más miserables que la mía y que soy capaz de dormir la siesta entre peleas de los Kikos.
No duermo mucho por las noches, ya de por sí siempre he sido un animal nocturno, pero ahora lo normal es que me den las 4 y esté leyendo. Aprovecho ahora que puedo, no siempre es así.
Amo mi portátil y si no fuera por esa ventana al mundo , sólo tendría mis cuatro paredes.
Un beso